Te alejaré de ese mundo,
que siempre te daña,
pintaré un mar azul oscuro
y zarparemos por la mañana.
Una isla como refugio,
un fuego y una cabaña,
así sin grandes lujos,
tú la joya más preciada.
Una barrera de corales,
será nuestra armada,
que detenga los males
que la marea traiga.
Tus ojos ya no gritarán,
las lágrimas que callas,
pondré en tu boca sonrisas
y en tu vida, un mar en calma.