No se había encontrado muy bien esos últimos días. Casi no había comido nada y su estómago se estimuló, ante tan delicado aroma.
La olla estaba encima de la placa, con el fuego ya apagado. Pronto cenarían.
La puerta que daba al patio trasero estaba abierta y vio a su mujer, Laura, poniéndole agua a Toby.
Sonrió.
Estaba muy guapa, con la luz de la luna bañando su melena.
Se despertó en el sillón, eran las cinco de la madrugada. La cena había sido demasiado copiosa, todavía se sentía hinchado. Origen probable de sus terribles pesadillas.
¿Por qué Laura no lo había despertado?
El dormitorio estaba desierto.
- ¡Laura! - llamó, mientras recorría la casa.
Ninguna respuesta. ¿A dónde habría ido a esas horas?
Miró en la cocina,la olla estaba exactamente igual que la noche anterior, llena a rebosar.
Desde el patio, Toby lo acechaba, gruñendo, mientras retrocedía con el rabo entre las piernas.
Inconscientemente, se frotó el arañazo del brazo.
"Están pasando cosas muy raras desde que maté a aquel lobo", pensó.
Uuuuhhh... me huele a hombre lobo suelto...
ResponderEliminarBuen relato. Saludos.
Me da que si, Andrés. Al menos tiene la barriga llena.
EliminarDesconcertante como poco. Te deja con intriga y con ganas de más. Me ha gustado mucho. Un abrazo y mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, María!
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Magnífico, María. No esperaba para nada esa duda final, pero me ha dado un escalofrío, quizás por lo que podía significar en medio de una escena tan contidiana y aparentemente normal. Muy bueno, me encantó!!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde de domingo :)
Muchas gracias, Julia! Me alegro, temía que hubiera quedado muy abstacto.
EliminarUn besazo
Me ha encantado, Maria, como a Julia, me ha dado un escalofrío en la espalda, por la introducción de lo terrorífico y sobrenatural en lo cotidiano.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Clara, la vida diaria puede ser terrorífica ;-)
EliminarUn abrazo.
Buenísimo micro, un puzzle extraordinario con sabor agridulce, una cena inolvidable...
ResponderEliminar¡Un abrazo María!
Jajaja, me encanta lo del puzzle, era la idea primigenia, que hubiera que encajar piezas. Una vez terminado pensé, "creo que me he pasado".
EliminarPero lo estáis armando genial ;-)
Un abrazo Edgar
Muy buen micro, me gusta el "ansia"que brota en una escena cotidiana.
ResponderEliminarMuchas gracias Paola! Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo amiga
Muy inesperado el final. Quizás esté en el bosque! jaja, muy bueno María, un abrazo
ResponderEliminarO más cerca de lo que imagina ja ja ja.
EliminarGracias Lía. Un abrazo.
Saludos María.
ResponderEliminarTienes una mención en esta dirección:
http://abrazodelibro.blogspot.com.es/2015/03/mencion-parabatai.html
Recibe un abrazo y a seguir con tu imaginación.
Es un honor que hayas pensado en mi blog, para formar parte de tus nominados. Me siento privilegiada y por supuesto acepto la nominación encantada y muy agradecida.
EliminarUn abrazo enorme
Saludos María, muy bueno tu relato, muy intrigante. También me pregunto dónde anduviera Laura?, y no pinta muy bien. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarNo Mery, no pinta bien.
EliminarCreo que nunca ha estado más unida a su marido jeje. Muchas gracias y un abrazo enorme
Muy bueno María. Qué susto... Un hombre lobo?? Me ha gustado mucho Besitos guapa
ResponderEliminarMuchas gracias,Mercedes
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