Todo, o casi todo lo había aprendido de su abuela. Sus sabios consejos le habían servido para embarcarse en aquel negocio y reformar la vieja lechería que había heredado de ella.
Se alisó el traje chaqueta de Hugo Boss, había sido un capricho comprado con el beneficio de su primera venta.
Echó un último vistazo al espejo para asegurarse de que todo estaba en su sitio y se puso "manos a la obra".
Mientras llevaba un nuevo lote para vender, pensaba en lo que haría con los próximos ingresos.
Posiblemente invirtiera en alguna empresa floreciente o comprara alguna red social, tan de moda últimamente.
Iba tan abstraída con sus pensamientos, que un tacón de sus "Manolos" se enganchó en el agujero de una alcantarilla. El traspiés casi la derriba.
La nevera salió disparada de sus manos, estampándose en la acera. Observó horrorizada como el golpe hacía saltar el cierre y el contenido rodaba por la calle.
Su abuela, siempre le advertía que no fuera tan despistada, incluso le había contado cómo sus sueños infantiles se fueron al traste por un tropezón como aquél.
Sonreía recordándola, mientras devolvía el último bote a su lugar. Se tomó un momento para observar, a través del plástico transparente, el valioso contenido.
Leyó la etiqueta:
Extracción 12/3/2015
Lote 425
Origen España
Nº del ejemplar 176
COMPROBADO
La calidad era la premisa de su empresa, otro motivo de orgullo.
"Leche de primera" concluyó con satisfacción, mientras aseguraba de nuevo el cierre de la pequeña nevera.
Su abuela estaría orgullosa.
Aquel mérito era propio.
La brillante idea de cambiar las vacas, había sido lo que le había dado un nuevo auge al negocio. Además, aquellos animales tan toscos nunca le habían gustado.
"Los hombres huelen mejor" pensó mientras continuaba su camino hacia la clínica de inseminación.
Relato participante en "La cara B" de los cuentos clásicos,organizado por "El círculo de escritores"